Tema 6º La Alta Edad Media en Europa.

EL NACIMIENTO DE LA EDAD MEDIA

Se llama Edad Media al periodo de la historia comprendido entre finales del siglo V dC, cuando cae el Imperio Romano de Occidente (476 dC), y mediados del siglo XV dC, cuando se produjeron la caída del Imperio Bizantino por los turcos (1453) y el descubrimiento de América por Cristóbal Colón (1492).

Este amplio periodo de tiempo (unos mil años) puede dividirse en tres etapas: Alta Edad Media (hasta el siglo XI), Plena Edad Media (hasta el siglo XIII) y la Baja Edad Media (hasta el siglo XV). Aunque a lo largo de estos siglos el mundo medieval evolucionó, se caracterizó siempre por una serie de rasgos políticos, sociales, económicos y culturales.

• Política: En Europa Occidental, las guerras y los saqueos se volvieron muy frecuentes. En ese clima de anarquía, la fuerza militar de los caballeros se convirtió en imprescindible para el mantenimiento del poder de los reyes. A cambio de este apoyo, los monarcas les ofrecían tierras a los nobles para que las administraran con gran autonomía, eran los feudos. Se establecía así una relación de fidelidad interpersonal conocida como vasallaje. 
• Economía: El clima de inseguridad provocó la caída del comercio y el declive de las ciudades, quedando despobladas muchas de ellas. La población retornó al mundo rural y la economía se basó en una agricultura de subsistencia, que beneficiaba a los pocos propietarios de las tierras.
• Sociedad: Ante el temor de los frecuentes ataques y saqueos, la mayor parte de la población buscó la protección militar de los nobles, a cambio de trabajar sus tierras. De esta manera, los campesinos se convertían en siervos de un señor feudal, que era el dueño de las tierras y máxima autoridad (administraba justicia) dentro de su feudo.
• Cultura: El Cristianismo se convirtió en la religión mayoritaria en Europa, mientras que en el norte de África y Asia se extendió una nueva religión, el Islam, a partir del siglo VII. Los miembros del clero (obispos, abades, sacerdotes y monjes) controlaron la cultura europea y llegaron a acumular gran poder político, económico y social. Influían en la mayor parte de la población (era analfabeta) y respaldaban ante ella el orden establecido, con la superioridad de nobles y monarcas. 

                                    

1.  LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO.

El Imperio romano había mantenido la unidad política, económica y cultural en casi toda Europa, el Norte de África y Asia Menor durante la Antigüedad; sin embargo,  a partir del siglo III comenzó a desestabilizarse por diversas razones:

• Final de las conquistas territoriales, lo que terminó con la adquisición de nuevas tierras y el reparto de botín entre los soldados, principalmente de esclavos.
• El descontento de los soldados generó un clima de descontrol militar y político, que dañó el poder de los emperadores e hizo que sus reinados fueran más breves e inestables. 
• La debilidad del Imperio la aprovecharon las "tribus bárbaras" (pueblos extranjeros) para invadir las fronteras (limes) de Roma y asentarse en su territorio, aumentando el ambiente de inseguridad e inestabilidad política.
• La división del Imperio Romano se produjo en diversas fases desde finales del siglo III. En primer lugar, el emperador Diocleciano decidió dividirlo en el 284 para facilitar su administración y garantizar su supervivencia, repartiendo el poder entre dos emperadores apoyados por sendos césares ("Tetrarquía"). Años más tarde, el emperador Constantino volvió a unificar todo el Imperio en el 326 y trasladó la capital a la antigua polis griega de Bizancio, que pasó a llamarse Constantinopla. La división definitiva se produjo el  año 395 con el emperador Teodosio, que repartió el Imperio entre sus hijos: Honorio, heredó el Imperio Romano de Occidente, con capital en Roma, y Arcadio, recibió el Imperio Romano de Oriente, con capital en Constantinopla. 

la crisis del Imp.Romano

                                            

las invasiones germánicas

División del Imperio romano

2. LA FORMACIÓN DE LOS REINOS GERMÁNICOS.

Desde comienzos del siglo V, distintos pueblos "bárbaros" (alanos, suevos, vándalos, ostrogodos, visigodos, francos, burgundios, alamanes, jutos, anglos y sajones) se fueron instalando dentro del Imperio Romano de Occidente, limitando progresivamente el poder del emperador romano. Finalmente, los hérulos invadieron Roma y en el año 476, su líder Odoacro, destronó al emperador Rómulo Augusto, terminando de ese modo con el Imperio Romano de Occidente. Sobre sus ruinas se fueron creando diversos reinos de origen germánico.

Rómulo Augústulo entrega la corona a Odoacro

Puesto que estos pueblos germánicos no estaban tan avanzados como los romanos, sus nuevos reinos adoptaron muchos elementos de tradición romana: el idioma (latín), la religión (cristianismo), las leyes (Derecho romano)… que fueron fusionándose con su cultura.

A lo largo del siglo VI, en medio de un convulso clima de constantes enfrentamientos militares, unos pueblos fueron imponiéndose sobre otros y consolidando los reinos germánicos: los francos en la antigua provincia de la Galia, los anglos y sajones en las Islas Británicas, los ostrogodos en la  Península itálica, burgundios en Centroeuropa, etc.

En la Península Ibérica existían dos reinos germánicos en el siglo V: el visigodo y el suevo. Los visigodos, cuyos dominios se extendían por casi toda la península y el sur de la actual Francia, tenían su capital en Tolosa (Toulousse); mientras que los suevos dominaban la zona noroccidental de la península. En la batalla de Vouillé (año 507), los visigodos fueron derrotados por los francos (otro pueblo germánico) y tuvieron que replegarse al sur de los Pirineos, fijando su nueva capital en Toledo.

El Reino hispano-visigodos adoptó distintos elementos de la anterior civilización romana, como la religión cristiana y sus leyes, que fueron recopiladas en un código llamado Liber iudiciorum. Además, se anexionaron el reino de los suevos y sometieron a los cántabros, pero años más tarde perdieron el sudeste de la península frente a los bizantinos. 

En cualquier caso, el Reino visigodo fue inestable por las continuas luchas de poder entre las distintas familias nobiliarias, que apoyaban a diversos reyes visigodos. Debido a ese ambiente de inestabilidad política, se convirtió en una fácil conquista para los musulmanes a comienzos del siglo VIII.

                               

3. EL IMPERIO BIZANTINO.

Mientras el Imperio Romano de Occidente se descomponía en multitud de reinos germánicos, el Imperio de Oriente o Bizantino (ya que su capital se había establecido sobre los restos de Bizancio) logró resistir a las invasiones bárbaras y sobrevivió hasta el siglo XV, cuando fue conquistado por los turcos otomanos en 1453.

En el Imperio Bizantino se fusionaron elementos de influencia romana (Derecho, Religión y Administración) con otros de origen oriental, principalmente el uso del griego como lengua oficial y el nuevo título adoptado por los emperadores, "Basileus". El emperador bizantino más importante fue Justiniano, quien gobernó durante la primera mitad del siglo VI. Su política se centró en recuperar el antiguo esplendor del Imperio Romano, por lo que, gracias a sus generales Belisario y Narsés, conquistó numerosos territorios por el norte de África, parte de Italia  y el sureste de Hispania. Además, recopiló todas las leyes que había formado parte del Derecho Romano en su "Código de Justiniano" y convirtió la iglesia de Santa Sofía en la sede la Iglesia ortodoxa de Constantinopla. Sin embargo, este esplendor fue breve porque tras la muerte de Justiniano el Imperio Bizantino fue perdiendo territorios y poder sobre el Mediterráneo.

El emperador Justiniano

El Imperio Bizantino en tiempos de Justiniano

Finalmente, en el año 1453 el sultán Mehmet II  jefe de los turcos otomanos conquistó Constantinopla y acabó con el Imperio Bizantino. Su capital pasó a llamarse Estambul y la cultura islámica sustituyó a la bizantina.

Caída de Constantinopla

• LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DEL IMPERIO BIZANTINO.

Todo el poder estaba centralizado en el emperador o Basileus: dirigía el ejército, controlaba la administración y era el jefe religioso. Para facilitar la administración del imperio, el territorio estaba dividido en provincias llamadas themas, que estaban gobernadas por un estratega bajo supervisión directa del emperador. Además, existía un sólido y eficaz cuerpo de funcionarios que facilitaban el control sobre las ciudades y las provincias. Y por último, estaba el poderoso ejército imperial, que a partir del siglo XI estuvo formado principalmente por mercenarios (soldados profesionales costeados directamente por el emperador).

División en themas del Imperio bizantino

• LA ECONOMÍA.

La agricultura continuó siendo la actividad más importante y principal fuente de riqueza. En cada thema  los agricultores se especializaban en un solo producto. La artesanía era muy próspera, sobre todo la elaboración de perfumes, jabones y tejidos de seda, lo que permitió un gran desarrollo del comercio. Además, Constantinopla aprovechó su estratégica posición para beneficiarse de las rutas comerciales que unían Oriente y Occidente, introduciendo en Europa artículos de lujo y exóticos procedentes de la India y China (marfil, seda, especias…). En el siglo XI se produjo una grave crisis que afectó negativamente a la prosperidad económica de Bizancio.

Las rutas comerciales del Imperio Bizantino

• LA SOCIEDAD.

Aparte de la familia imperial, el resto de la sociedad bizantina se dividía básicamente entre privilegiados, no privilegiados y esclavos:

• Nobleza, clero y grandes propietarios: gozaban de privilegios (políticos y fiscales) y poseían enormes extensiones de terreno (latifundios) y desempeñaban los cargos más importantes de la Administración política, la Iglesia y el Ejército. Aunque eran los dueños de las tierras no las trabajaban ellos mismos, sino que empleaban a siervos, esclavos y colonos (campesinos libres).  
• Campesinos con tierra: eran un grupo muy numeroso ya que a los soldados se les entregaban tierras para que las defendieran. Tras la crisis del s. XI la mayor parte de los campesinos se endeudaron y los grandes propietarios les compraron sus tierras, convirtiéndose sus antiguos propietarios en los colonos de los nuevos terratenientes. 
• Artesanos y comerciantes: vivían en las ciudades y se dedicaban principalmente al comercio. Los artesanos se agrupaban en gremios (asociación de personas que se dedican a un mismo oficio en una misma ciudad, siguiendo unas normas muy estrictas).
• Funcionarios: trabajaban para la administración y también vivían en las ciudades.
• Siervos y esclavos: carecen de derechos y son usados para los trabajos más duros. Eran una propiedad de lujo, por lo estaban limitados a las clases más adineradas. 

• LA CULTURA

• Arte:

En arquitectura fueron características las iglesias con planta de cruz griega (todos sus brazos son iguales) y el uso de la cúpula como cubierta para los edificios. En cuanto a la pintura destaca el empleo de los mosaicos para decorar las paredes y suelos de los edificios más importantes. Esta técnica, heredada de los romanos, consiste en la elaboración de un dibujo utilizando teselas (pequeñas piezas de piedra, cerámica o vidrio policromadas). También destacan los iconos, pinturas algo simples y esquemáticas pero decoradas con tonos dorados, de tema religioso (Jesús, la Virgen, Santos...) y empleadas para el rezo dentro de las iglesias ortodoxas. 
 

Mosaico de la emperatriz Teodora

 

Icono bizantino

La obra más importante del arte bizantino fue la Iglesia de Santa Sofía levantada en Constantinopla por el emperador Justiniano en el siglo VI.

Santa Sofía (en la actualidad)

Interior de Santa Sofía (en la actualidad)

• Religión: 

Tras la división del Imperio Romano, el Cristianismo fue también separándose en distintas facciones o corrientes. En el Imperio Bizantino, triunfó la Iglesia Ortodoxa, con sede en Constantinopla y controlada por el basileus. El distanciamiento con los cristianos de Occidente fue cada vez mayor (crisis iconoclasta del siglo VIII), hasta que en el año 1054 se produjo el Cisma de Oriente, la ruptura definitiva entre la Iglesia de Roma y la de Constantinopla. A partir de este momento los cristianos del Imperio Bizantino obedecerían solamente al Patriarca de Constantinopla. Actualmente, la Iglesia Ortodoxa es la mayoritaria en Grecia, Bulgaria, Rumanía, Lituania, Rusia, etc. 
 

Cisma de Oriente (1054)

El Papa católico y el Patriarca ortodoxo, líderes ambas ramas del cristianismo

 

4.  EL IMPERIO CAROLINGIO

Los francos fueron un pueblo germano que se establecieron en la Galia tras la caída del Imperio Romano de Occidente. Clodoveo, fue el primer rey de los francos que unificó a galorromanos y francos y derrotó a los visigodos en la batalla de Vouillé (año 507), tras la cual incorporó el territorio al norte de los Pirineos.

Los sucesores de Clodoveo se despreocuparon de la administración y la política del reino y dejaron el gobierno en manos de sus "mayordomos de Palacio". Uno de estos mayordomos fue Carlos Martel, quien venció a los musulmanes en la batalla de Poitiers (732).                                                            

Representación de la batalla de Poitiers (732)

Su hijo, Pipino "el Breve", se convirtió en Rey dando comienzo a la dinastía Carolingia. Además, ayudó al Papa Esteban II en su lucha contra los lombardos, entregándole los territorios de Italia central, que pasaron a ser los Estados Pontificios.                          

Su hijo, Carlomagno incorporó a su reino gran parte de las tierras de Europa occidental, unificándolas en un gran imperio, el Imperio Carolingio. Carlomagno se creía el heredero del mundo romano, por lo que se hizo proclamar emperador y ser coronado por el Papa en el día de Navidad, el 25 de diciembre del año 800. 

Carlomagno

A Carlomagno le sucedió su hijo Luis "el Piadoso", quien conservó el Imperio hasta su muerte en el 840. Entonces, sus hijos acordaron en el Tratado de Verdún (843) dividirlo en tres reinos independientes: la zona occidental para Carlos "el Calvo", la zona central para Lotario, y la zona oriental para Luis "el Germánico".

• LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DEL IMPERIO CAROLINGIO 

Carlomagno convirtió Aquisgrán (actual Aachen, en Alemania) en la capital del Imperio Carolingio. El poder estaba concentrado en manos del emperador, aunque se apoyaba en un grupo de altos funcionarios para administrarlo: 

 - Chambelán: con una función similar a los antiguos mayordomos. 

- Mariscal: poseía competencias militares.     

- Canciller: redactaba los documentos oficiales.

- Conde de palacio: dirigía al resto de funcionarios. 

- Palatino: administraba justicia en nombre del emperador.

Además, se crearon otros cargos para administrar los territorios que formaban el Imperio carolingio: 

- Condados: eran amplios territorios bajo el mando de un conde, a quien el emperador otorgaba funciones  militares, administrativas y judiciales.   

- Marcas: eran territorios fronterizos de difícil defensa, cuya administración se otorgaba a un marqués o un duque.

Condes, marqueses y duques debían jurar fidelidad al emperador y respetar su autoridad. Sin embargo, para vigilarlos se mandaba periódicamente a unos inspectores, los Missi dominici, que comprobaban si se cumplía el juramento .

• LA ECONOMÍA

La principal actividad económica era la agricultura, por lo que la posesión de la tierra era la base de la riqueza. Los grandes terratenientes (dueños de enormes villas) eran el emperador, la nobleza y los altos dirigentes de la Iglesia (obispos y monasterios). 

La artesanía y el comercio perdieron importancia, limitándose a unos pocos productos (armas, tejidos, cereales, vino…),  que sólo podían comprar los miembros más ricos de la sociedad. Además,  la expansión del Islam a partir del siglo VII dificultó aún más las relaciones comerciales.

• LA SOCIEDAD

El mundo rural adquirió gran importancia mientras que las ciudades decayeron (pierden población e importancia económica). El emperador cedió tierras a nobles y dirigentes de la Iglesia, que se convirtieron en grandes señores, creándose los señoríos territoriales, en los cuales junto al dominio sobre las tierras se adquiría el control sobre sus habitantes, de modo que los campesinos pasaron a ser siervos de los nuevos señores. 

Esto dio origen al feudalismo: organización social, política y económica basada en el feudo (tierra que se daba a un vasallo a cambio de la promesa de fidelidad, ayuda en la guerra y apoyo político). Al desaparecer el imperio carolingio el feudalismo se extendió por Europa occidental entre los siglos X y XIII.

• LA CULTURA

En el mundo carolingio se produjo un cierto retroceso y la cultura pasó a estar controlada por la Iglesia. En el arte carolingio se aprecian cuartro influencias: griega, romana, musulmana y bizantina. 

En arquitectura destaca el empleo de la bóveda de cañón, el arco de medio punto y la planta octogonal. Los edificios son en su mayoría religiosos,de planta basilical, con tribuna y realizados con muros de sillería (piedra cortada de forma regular) combinados con ladrillo. Los monasteríos suelen tener un claustro interior al que se abren las estancias. Algunos edificios fueron decorados con mosaicos bizantinos. La obra más destacada del arte carolingio es la Capilla palatina de Aquisgrán.

En escultura destacan la elaboración de piezas en marfil, mientras que en pintura hay que señalar las miniaturas que ilustran los manuscritos. También destacable es  el trabajo de orfebrería (oro, plata y metales preciosos) y metales preciosos para adornar cubiertas de libros, relicarios y frontales de altar.

Capilla de Aquisgran

Interior de la Capilla de Aquisgran

Escultura en marfil