La
industria es aquel sector económico que engloba las actividades que transforman
las materias primas en productos semielaborados o elaborados utilizando una
fuente de energía. La actividad industrial en España generó 2’3 millones de
empleos (18’4% de población activa) y supuso el 15’9 % del PIB nacional en 2013.
1.
MATERIAS PRIMAS Y FUENTES DE ENERGÍA.
1.1
Las materias primas:
Son los
recursos a partir de los cuales se obtienen productos elaborados o
semielaborados. Según su origen podemos clasificarlas en:
·
Orgánicas: procedentes de las actividades
del sector primario: algodón, lino, madera, caucho, pieles, grasa, lana…
·
Minerales: procedentes de la extracción
mineral en yacimientos. Históricamente, España ha sido una zona productora por
su riqueza mineral, sin embargo desde finales del siglo XIX los filones
empezaron a agotarse y las reservas minerales españolas se volvieron escasas,
irregulares y frecuentemente de baja calidad.
w
Minerales
metálicos: hierro, piritas, cinc,
plomo, cobre y mercurio. Localizados en el zócalo herciniano y sus rebordes.
Destinados a la industria básica o de transformación.
w
Minerales
no metálicos: caolín, cuarzo, flúor,
feldespato, sales… Están en formaciones paleozoicas y cuencas terciarias.
Usados en la construcción y en la industria química.
w
Rocas industriales: arcillas, areniscas,
mármoles, granitos, pizarras, sílices… Se reparten irregularmente y se emplean
en la construcción.
La producción nacional de minerales es insuficiente para el autoabastecimiento, lo que obliga a importarlo, tornando nuestra balanza comercial en negativa, puesto que el principal problema no es el déficit del mineral sino que el precio máximo que se pague por los recursos minero permita a la actividad seguir siendo competitiva.
La
política minera española está regulada por la Unión Europea, que marca como objetivos para el sector:
ü Incrementar la competitividad de
la minería nacional.
ü Mejorar el medio ambiente y el
hábitat minero.
ü Fomentar la investigación y el desarrollo
tecnológico.
Lo
que, entre otras cosas, ha llevado al cierre de un gran número de minas de
minerales metálicos, debido a la existencia de yacimientos mucho más rentables
fuera de la UE.
1.2
Las fuentes de energía:
Son
los recursos que proporcionan energía útil para diversas aplicaciones, como la
industria. En este campo España destaca por marcado déficit energético (consumo mayor que producción), debido al
desequilibrio del sector y a la dependencia energética.
El consumo energético se incrementó en España a medida que progresaba su industrialización, siendo más acentuado a partir del desarrollismo de la década de 1960. En esos momentos, la principal fuente de energía era el carbón pero fue siendo sustituida por el petróleo, hasta que al estallar la crisis del sector en 1973, comenzaran a plantearse nuevas alternativas energéticas para no depender de las fuentes tradicionales, que obligaban a costosas importaciones.
Principales fuentes de energía:
En el año 2013 el consumo energético según las distintas fuentes utilizadas se repartía del siguiente modo: el 43’5% procedente del petróleo, el 21’4% del gas natural y el 8’7% del carbón, mientras que la nuclear aportaba el 12’1% y de las fuentes de energía renovables el 14’3%.
a. CARBÓN:
Consumo de energía primaria en España (2013) |
a. CARBÓN:
Es
una roca estratificada combustible de color negro que se forma por la
descomposición de restos vegetales a lo largo de millones de años. Su calidad
/poder calorífico depende de su antigüedad: antracita y hulla (más
valiosos, de la era Primaria <Carbonífero>), y el lignito (menos valioso, de la era Secundaria).
Tuvo
un papel muy destacado durante los inicios de la industrialización, ya que se benefició de las medidas
proteccionistas del Estado frente a los carbones extranjeros. Posteriormente
fue sustituido por el petróleo, aunque nuevamente tras la crisis de 1973 volvió a ser efímeramente reactivado, hasta que
desde mitad de los años 80 la producción comenzase a disminuir.
Los
problemas de esta fuente energética son:
-
Yacimientos
muy agotados y de baja calidad.
-
Dificultades de explotación (minas subterráneas, vetas
fracturadas, accidentes frecuentes…).
-
Acusado
minifundismo empresarial, además de
una gran compañía estatal (Hunosa).
-
Descenso de la demanda, tanto doméstica como
industrial.
- Liberalización de precios y fin del proteccionismo tras la
entrada en la UE. Esto ha llevado a una necesaria reconversión del sector.
Las
principales cuencas carboníferas son la
asturiana, la leonesa y la palentina, aunque existe otra decena de menor importancia.
El destino fundamental de esta actividad es la producción de energía térmica en
centrales próximas a los centros de extracción para abaratar costes. Lleva
asociado un problema, la emisión de partículas de azufre a la atmósfera, que
causa lluvia ácida entre otros problemas.
En contra de lo que podamos pensar, en 2014 el sector energético consumió apenas el 1% del petroleo que llega a España. La mayor parte se destinó al Transporte (67%), seguido del uso en las actividades industriales (14%) y del consumo en los sectores agrario y pesquero y en el ámbito doméstico (12%).
c. GAS NATURAL:
Central termoeléctrica de Soto de la Barca (Asturias) |
b. PETROLEO:
Es
un aceite mineral compuesto por una mezcla de hidrocarburos. Se forma tras la
descomposición de material orgánico de origen marino acumulado durante miles de
años bajo capas sedimentarias.
Desde
la década de 1960 ocupa el primer lugar en el consumo energético español, a
pesar de la grave crisis que sufrió el sector entre 1975 y 1980 y de la escasez
de producción nacional (sólo se localiza en las costas de Tarragona y en
Ayaluengo, provincia de Burgos). De tal modo que el autoabastecimiento resulta
imposible y es necesaria la importación de la mayor parte de petróleo demandado (Arabia Saudí, Nigeria, Rusia, México, Irán...)
Las
aplicaciones del petróleo son numerosas: combustible (gasolina, gasoil, fueloil, queroseno), productos químicos (naftas, azufre, disolventes, plásticos…) y
otros derivados usados en distintas actividades industriales (fibras y caucho
sintético, asfalto, lubricantes, aislantes, ceras...) y agrícolas (fertilizantes). En su producción es necesaria
la fase del refinado del crudo. En
España las principales refinerías se encuentran en la costa, salvo la planta de
Puertollano (Ciudad Real).
El problema de esta actividad es su fuerte dependencia de la demanda de dichos productos refinados, por lo que desde finales del siglo XX se ha reestructurado el sector, adecuando las refinerías a las nuevas demandas del mercado. Además, en 1986 se agruparon las distintas empresas públicas del sector creándose REPSOL, que facilitó la coordinación de la producción y el refino. Fue finalmente fue privatizada en el año 1997.
El problema de esta actividad es su fuerte dependencia de la demanda de dichos productos refinados, por lo que desde finales del siglo XX se ha reestructurado el sector, adecuando las refinerías a las nuevas demandas del mercado. Además, en 1986 se agruparon las distintas empresas públicas del sector creándose REPSOL, que facilitó la coordinación de la producción y el refino. Fue finalmente fue privatizada en el año 1997.
En contra de lo que podamos pensar, en 2014 el sector energético consumió apenas el 1% del petroleo que llega a España. La mayor parte se destinó al Transporte (67%), seguido del uso en las actividades industriales (14%) y del consumo en los sectores agrario y pesquero y en el ámbito doméstico (12%).
Central termoeléctrica de fueloil en Jimanar (Las Palmas de Gran Canaria) |
c. GAS NATURAL:
Es
una mezcla de hidrocarburos gaseosos que se encuentra en yacimientos subterráneos,
a menudo asociada al petróleo, y que requiere de un proceso de licuefacción
para ser transportado.
Es
una fuente de energía de consumo reciente y su producción en España es muy
reducida (sólo en País Vasco y Huelva), no obstante, su peso dentro del mercado
energético nacional ha crecido mucho en las últimas décadas. La mayor parte del
gas natural consumido ha de ser importado de países del Magreb (Argelia y Libia),
por lo que nuevamente hay que destacar la dependencia energética española.
Los
productos que se obtienen del gas natural son propano, butano y naftas, que se
usan principalmente como combustible doméstico, en aplicaciones industriales y
para producir energía eléctrica.
d. NUCLEAR:
e. HIDROELÉCTRICA:
- Energía eólica:
- Energía geotérmica:
1.3 La producción eléctrica y la política energética:
En
España la producción eléctrica procede tanto de las
fuentes energéticas tradicionales, es decir, centrales térmicas que utilizan los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), como del resto de fuentes: la energía
nuclear, las centrales hidroeléctricas y otras energías
renovables (eólica, solar, biomasa...).
La producción eléctrica en los últimos años ha sido muy importante, a pesar del tradicional déficit energético del mercado español. De hecho, el sector eléctrico español ha conseguido abastecer la demanda del mercado nacional e incluso, convertirse en exportador energético hacia los países de nuestro entorno más próximo. Según, la Red Eléctrica Española el saldo de intercambios internacionales de energía eléctrica en 2014 ha mantenido un año más el signo exportador con 3.543 GWh (las exportaciones: 15.772 GWh y las importaciones: 12.228 GWh), aunque ha bajado un 47,4% respecto al 2013.
La política energética de los países desarrollados está orientada actualmente hacia una menor dependencia respecto a las fuentes de energía tradicionales, agotables y contaminantes, y en favor de la investigación para el uso de nuevas fuentes de energía. Esta tendencia se inició a raíz de la crisis económica del petroleo de 1973.
En este sentido hay que señalar que la política energética española se inició con retraso y los Planes Energéticos Nacionales no se proyectaron hasta los primeros años en democracia. Primero se fomentó el desarrollo de la energía nuclear, pero tras las presiones de la opinión pública a medidos de los años 80, se puso el énfasis en el carbón, el gas natural y las energías renovables.
Actualmente la política energética española está marcada por:
2. EVOLUCIÓN
HISTÓRICA DE LA INDUSTRIA ESPAÑOLA.
b) Producción y estructura industrial de 1855 a 1975:
Desde el primer tercio del siglo XX, los sectores industriales tradicionales recibieron el impulso del Estado a través del Instituto Nacional de Industria (creado en 1941), que sufragaba la elevada inversión económica pero escasa rentabilidad. Además, surgió una industria de bienes de consumo, apoyada en el aumento de la demanda interna con la mejora del nivel de vida desde finales de los años 50, y una industria de bienes de equipo (maquinaria) que abastecía al creciente desarrollo industrial.
Respecto a la mano de obra era barata y poco cualificada, procedente en gran parte del éxodo rural de los años 60. Además, durante los primeros años del franquismo careció de derechos laborales y de respaldo estatal.
En esta etapa convivían pequeñas y grandes empresas. Las pequeñas empresas con poca inversión, tecnología simple y poca competitividad se dedicaban a la producción de bienes de consumo, mientras que las grandes empresas cobran más importancia con el franquismo (respaldadas por el INI o integradas en holding financieros.
Sin embargo, lo que más caracteriza a la estructura productiva en esta etapa es el atraso tecnológico y la dependencia (tecnológica, financiera y energética) del exterior.
· Durante el primer tercio de s. XX y la época franquista: las regiones industriales afianzaron su hegemonía al concentrar un número creciente de industrias.
d) Política industrial:
Por otra parte, las causas internas fueron:
La crisis afectó especialmente a los sectores tradicionales (siderurgia, textil y naval), que tuvieron que recurrir al apoyo estatal en un primer momento. En definitiva, las consecuencias de la crisis fueron el cierre de empresas, descenso de la producción, aumento el endeudamiento, paro y disminución de la aportación industrial al PIB.
B. Las políticas del reestructuración:
Desde 1975 políticas de reestructuración industrial que se retrasaron por las circunstancias políticas (Transición democrática) y tuvo dos vertientes:
- La industria española sigue atrasada tecnológicamente y dependiendo del exterior. En gran parte es debido a la escasa inversión en I+D+i (por debajo de la media comunitaria del 2% del PIB y muy inferior al 3% de países como Suecia, Finlandia, Dinamarca o Alemania).
f
En los siguientes enlaces se puede ver el funcionamiento de los distintos tipos de plantas energéticas en España:
UNESA
ENDESA
Central térmica de gas natural en Escombreras (Cartagena) |
d. NUCLEAR:
Actualmente
la energía nuclear se obtiene por la fisión de átomos pesados de uranio, aunque
desde hace años se investiga la técnica de fusión de isótopos de hidrógeno
(menos contaminante).
El
desarrollo de este tipo de energía en España se produce a consecuencia de la
crisis energética del petróleo en 1975-1979. Sin embargo, su crecimiento se
paralizó desde mediados de la década de 1980, debido a la oposición de la
opinión pública por los riesgos y problemas que comporta (accidente de
Chernobyl en 1986).
La
energía nuclear española se destina íntegramente al abastecimiento de las necesidades
eléctricas españolas. Sus principales problemas son: dependencia externa en el
enriquecimiento del uranio y en la tecnología, los riesgos de accidentes
durante su producción, el almacenamiento de residuos radiactivos y los altos
costes del desmantelamiento de las centrales.
En
España, la producción de uranio se obtiene de los yacimientos de Ciudad Rodrigo
(Salamanca) y Don Benito (Badajoz). Actualmente hay 8 centrales nucleares en
funcionamiento, que se encuentran en Burgos (Garoña), Guadalajara (Trillo),
Cáceres (Almaráz I y II), Castellón (Cofrentes) y Tarragona (Valdellós II y
Ascó I y II); además de otras 7 en proceso de desmantelamiento. Por su parte los residuos se almacenan en el “cementerio nuclear”
de El Cabril (Córdoba).
Central nuclear de Ascó II (Tarragona) |
e. HIDROELÉCTRICA:
Esta
fuente de energía se obtiene a partir de los saltos de agua en embalses, que hacen girar unas turbinas transformando la energía cinética en electricidad.
Sus años de mayor expansión fueron las décadas entre 1940 y 1970.
La
mayor parte de la producción nacional se encuentra en el norte peninsular, por
sus características topográficas e hidrológicas, y se destina principalmente al
abastecimiento de energía eléctrica.
Su
mayor ventaja radica en ser renovable, limpia e instantánea, pero presenta problemas como su dependencia respecto a la disponibilidad de agua cada año y el conflicto
que genera con otros usos del agua (riego y consumo).
Central hidroeléctrica de La Muela (Valencia) |
f. NUEVAS FUENTES RENOVABLES:
El
consumo de estas fuentes de energía arranca de la crisis del petróleo de 1975 y
la necesidad de disminuir la dependencia energética respecto al mismo. Además,
contaban con la ventaja de ser inagotables, limpias y muy dispersas por
el territorio nacional (condiciones naturales favorables), reduciendo costes de
distribución y flexibilizando la adaptación a la demanda energética.
Plantas de producción energética renovable |
En
España podemos distinguir los siguientes tipos de fuentes de energía renovables:
-
Minicentrales
hidráulicas:
Centrales de poca potencia que
aprovechan el caudal de pequeños ríos de montaña y emplean el mismo proceso de turbinas para abastecer de energía
eléctrica a lugares apartados.
- Energía eólica:
Utilizan la fuerza del viento para
transformarla en energía eléctrica. Es el sector de las renovables que más ha
crecido y se ha expandido en los últimos años, siendo especialmente relevante
en la producción energética en Galicia, Navarra, Aragón, ambas Castillas,
Andalucía y Canarias.
Se obtiene de residuos biológicos e industriales de origen agrícola, ganadero y forestal, mediante la combustión directa o por
transformación en biogás al fermentar. Las regiones donde esta fuente de
energía tiene más peso son Andalucía y sendas Castillas.
-
Energía
solar:
Aprovechando la luz y el calor
del sol se pueden obtener tanto energía térmica como fotovoltaica. Las
comunidades donde se encuentra más consolidada esta fuente renovable son
Andalucía, Castilla-la Mancha, Baleares y Canarias.
Central termosolar (Albacete) |
Central fotovoltáica (Almería) |
- Energía geotérmica:
Se transforma el calor del
subsuelo así como el vapor o manantiales de agua caliente subterránea para
obtener principalmente energía térmica (calefacción doméstica y de
invernaderos).
- Energía mareomotriz:
Utiliza el movimiento del oleaje marino para convertir la energía cinética en eléctrica a través de un sistema de turbinas.
Utiliza el movimiento del oleaje marino para convertir la energía cinética en eléctrica a través de un sistema de turbinas.
Planta mareomotriz de Mutriku (Guipúzcoa) |
Origen y destino de la energía española |
1.3 La producción eléctrica y la política energética:
La producción eléctrica en los últimos años ha sido muy importante, a pesar del tradicional déficit energético del mercado español. De hecho, el sector eléctrico español ha conseguido abastecer la demanda del mercado nacional e incluso, convertirse en exportador energético hacia los países de nuestro entorno más próximo. Según, la Red Eléctrica Española el saldo de intercambios internacionales de energía eléctrica en 2014 ha mantenido un año más el signo exportador con 3.543 GWh (las exportaciones: 15.772 GWh y las importaciones: 12.228 GWh), aunque ha bajado un 47,4% respecto al 2013.
Producción eléctrica en España por fuente energética |
La política energética de los países desarrollados está orientada actualmente hacia una menor dependencia respecto a las fuentes de energía tradicionales, agotables y contaminantes, y en favor de la investigación para el uso de nuevas fuentes de energía. Esta tendencia se inició a raíz de la crisis económica del petroleo de 1973.
En este sentido hay que señalar que la política energética española se inició con retraso y los Planes Energéticos Nacionales no se proyectaron hasta los primeros años en democracia. Primero se fomentó el desarrollo de la energía nuclear, pero tras las presiones de la opinión pública a medidos de los años 80, se puso el énfasis en el carbón, el gas natural y las energías renovables.
Actualmente la política energética española está marcada por:
- Política energética de la UE: que busca garantizar un abastecimiento energético seguro mediante la diversificación de las fuentes de aprovisionamiento,crear un mercado energético europeo que impulsar la competetividad y reducir costes, incentivar el ahorro energético y el uso de energías renovables para favorecer la sostenibilidad y evitar los impactos medioambientales negativos de la producción, transporte, comercialización y consumo de energía.
- Nuevo P.E.N. para el periodo 2012-2020: con los objetivos de garantizar la seguridad del suministro energético y de incentivar la eficiencia económica y la sostenibilidad medioambiental. Algunas de las medidas que se proponen son:
- Diversificación de las fuentes de suministro de energía, el desarrollo de las infraestructuras, la transparencia y competencia de los mercados energéticos, la creciente participación de las energías renovables y los programas de ahorro y eficiencia energética.
- Cumplimiento de los compromisos de España a nivel de la UE, de acuerdo con la Directiva de Energías Renovables y la Decisión de reparto del esfuerzo entre Estados miembros.
- Reducción de la demanda de energía primaria, unido a políticas activas de ahorro y eficiencia energética.
- Plan de Fomento de Energías Renovables: de acuerdo con lo propuesto por la UE a favor de las llamadas "energías verdes", se centra en potenciar e incentivar la producción de energía de fuentes renovables para lograr el objetivo del 20/20, es decir, que el 20% del consumo energético comunitario procede de energías renovables para el año 2020.
2. EVOLUCIÓN
HISTÓRICA DE LA INDUSTRIA ESPAÑOLA.
2.1
PRIMERA ETAPA: DE 1855 A 1975
a)
Fases de
la industrialización:
a.1. El inicio de la
industrialización (1855-1900): con retraso respecto a
otros países europeos (“fracaso”) a causa de:
-
Mala dotación de
materias primas y productos energéticos.
- Escaso espíritu de
empresa y poco capital inversor à la tierra continúa como
elemento de prestigio social e inversión económica.
-
Atraso tecnológico por
la falta de iniciativa empresarial.
- Baja demanda interna
de productos industriales debido al bajo crecimiento demográfico y a la
pobreza.
-
Situación exterior
desfavorable debido a la Guerra de la Independencia (1808-13) y a la pérdida de
las colonias de América (pérdida de recursos e importante mercado).
- Política industrial
inadecuada, cuyos dos principales reflejos fueron la Ley de Bases de la Minería (1868), que puso el control de las minas
en manos extranjeras, y la política proteccionista establecida durante la
Restauración, que perjudicó a la competitividad interna.
a.2. Crecimiento industrial en el primer tercio del siglo XX
(1900-36), basado
en:
- Auge
de la minería del carbón aprovechando el desabastecimiento de mercado europeo durante
la 1ª Guerra Mundial.
- Inicio
de la segunda etapa de la industrialización con la introducción de los
hidrocarburos y la electricidad.
- Aumento
de la inversión nacional, gracias a la vuelta de los capitales indianos y los
beneficios obtenidos durante el contexto bélico europeo.
-
Continúa
el proteccionismo estatal, principalmente a los sectores industriales más
costosos.
- Aumento
de las obras públicas, especialmente durante la Dictadura de Primo de Rivera
(1923-30).
a.3. Estancamiento durante la Guerra Civil y la postguerra
(1936-59), debido
a:
- Pérdidas
humanas (bajas directas, encarcelamientos y exilios) y materiales (destrucción
de infraestructuras y paro de la actividad industrial).
- Establecimiento
de una política autárquica durante los años 40, motivada por el bloqueo de las
relaciones internacionales. Descienden tanto las exportaciones como las
importaciones, imponiéndose el autoabastecimiento de materias primas, recursos
energéticos y capitales inversores.
a.4. Desarrollo industrial (1960-75), fundamentado en:
- Restablecimiento
de las relaciones internacionales, entrando España dentro de la órbita del
mundo capitalista. Esto se traduce en la liberalización de las importaciones y
la llegada de capitales de inversión del extranjero.
-
Bajo
precio de la energía (hasta el estallido de la crisis del petróleo de 1973).
- Implantación
de Planes de Desarrollo estatales, centrados en modernizar los distintos
sectores económicos e impulsar las actividades industriales.
b) Producción y estructura industrial de 1855 a 1975:
Hasta
el siglo XX la producción industrial se basó en los sectores tradicionales: el siderometalúrgico
(localizado en torno a la costa cantábrica y la costa andaluza) y el textil (centralizado en Cataluña).
Altos Hornos de Vizcaya a inicios del siglo XX |
Industria textil catalana a comienzos del siglo XX |
Desde el primer tercio del siglo XX, los sectores industriales tradicionales recibieron el impulso del Estado a través del Instituto Nacional de Industria (creado en 1941), que sufragaba la elevada inversión económica pero escasa rentabilidad. Además, surgió una industria de bienes de consumo, apoyada en el aumento de la demanda interna con la mejora del nivel de vida desde finales de los años 50, y una industria de bienes de equipo (maquinaria) que abastecía al creciente desarrollo industrial.
Fábrica de SEAT en Martorell en los años 60. |
En
cuanto a los sistemas de producción, desde inicios del siglo XX se adoptó la fabricación en serie (fordismo), que se llevaba a cabo en
grandes fábricas en donde se integraban las etapas de la cadena de producción y
elaboraban productos homogéneos y baratos.
Respecto a la mano de obra era barata y poco cualificada, procedente en gran parte del éxodo rural de los años 60. Además, durante los primeros años del franquismo careció de derechos laborales y de respaldo estatal.
En esta etapa convivían pequeñas y grandes empresas. Las pequeñas empresas con poca inversión, tecnología simple y poca competitividad se dedicaban a la producción de bienes de consumo, mientras que las grandes empresas cobran más importancia con el franquismo (respaldadas por el INI o integradas en holding financieros.
Sin embargo, lo que más caracteriza a la estructura productiva en esta etapa es el atraso tecnológico y la dependencia (tecnológica, financiera y energética) del exterior.
c) Localización
industrial:
Durante
esta etapa la localización industrial en España estuvo condicionada por los denominados
“factores clásicos”:
ü
La
proximidad de materias primas y fuentes de energía.
ü
Existencia
de un mercado de consumo amplio.
ü
Mano
de obra abundante y barata o bien preparada.
ü
Buen
sistema de transporte para dar salida a los productos.
ü
Proximidad
de capital disponible.
ü
Existencia
de infraestructuras, equipamientos y otras empresas que funcionen de forma
eficiente.
ü
Política
industrial del Estado que apoye la implantación industrial en determinadas
zonas mediante incentivos.
En
este periodo la tendencia fue hacia la concentración
industrial en torno a grandes
aglomeraciones urbano-industriales, donde las empresas podían beneficiarse
de ventajas de las economías de aglomeración: facilidad de abastecimiento,
transporte, mano de obra, mercado amplio y cercano, etc.
Las
principales áreas industriales de este periodo fueron:
· En
sus inicios se concentró en las regiones de la periferia peninsular (zonas cantábrica y mediterránea), debido a la
influencia de ciertos factores de localización:
- Las
áreas de base extractiva: vinculadas
a la transformación de un recurso, en Málaga, Asturias, Cantabria, el País
Vasco, donde se instala la industria siderúrgica.
- Las
áreas de base portuaria: situadas en
los puertos de Bilbao, Avilés, Barcelona, Valencia.
-
Las
áreas urbano-industriales: surgieron
en las ciudades más importantes, junto a la estación ferroviaria que facilitaba
el transporte de mercancías. El caso más destacado fue el de Madrid.
· Durante el primer tercio de s. XX y la época franquista: las regiones industriales afianzaron su hegemonía al concentrar un número creciente de industrias.
-
Las
regiones de la franja cantábrica: se
especializaron en los sectores básicos.
- Las
regiones mediterráneas: se dedicaron
a la industria ligera y a las pequeñas empresas.
-
El
área de Madrid: consolidó su
industria y tuvo un elevado grado de diversificación. Las actividades
industriales se instalaron los polígonos
industriales localizados a lo largo
de los principales ejes de transporte por carretera.
- Nuevos
espacios industriales: en torno a los principales ejes de comunicación del interior
peninsular y la periferia se establecieron nuevos polos de atracción
industrial, impulsados por el desarrollismo de los años 60. Por ejemplo,
Zaragoza, Valladolid, Puertollano, Vigo, Sevilla, Alicante…).
d) Política industrial:
El
rasgo más característico de la política industrial durante esta etapa es el proteccionismo, gracias al cual se libraba
a la industria española de la competencia exterior. Además, se crearon empresas públicas (FENOSA, RENFE, SEAT) y se
adoptaron medidas para corregir los desequilibrios
territoriales en la distribución de la industria y el desarrollo:
-
Los
polos de promoción y desarrollo: los de promoción para ciudades con cierta base
industrial y los de desarrollo para áreas más deprimidas. Las industrias debían
ajustarse al tipo de actividad que se quería atraer y recibían a cambio
incentivos. Los resultados fueron menores a los previstos.
- Otras
actuaciones fueron las zonas de preferente localización industrial y grandes
áreas de expansión industrial. Para descongestionar las grandes aglomeraciones
urbano-industriales se crearon polígonos industriales.
2.1 CRISIS Y REESTRUCTURACIÓN INDUSTRIAL: 1975-1985
A.
La crisis
industrial
La crisis del sector
industrial iniciada a mediados de los años 70, se fundamentó en causas exógenas
y endógenas. Entre las primeras, las razones externas hay que citar:
-
El
encarecimiento de la energía (crisis del petróleo de 1973).
- El agotamiento del ciclo tecnológico anterior,
con nuevas tecnologías, nuevos sectores industriales y sistemas de producción
más flexibles.
- Una demanda más exigente en calidad e innovación de los productos
consumidos.
- Mundialización
de la economía y la competencia de los NPI (Nuevos Países Industrializados), especializados en sectores tradicionales y bienes de consumo, introducen en los mercados productos más baratos debido a los menores
costes de producción.
-
Generalización
del proteccionismo industrial que perjudicó a las exportaciones.
Por otra parte, las causas internas fueron:
-
Las
deficiencias estructurales de la industria española: desarrollo tardío, poco
modernizada, escasa competitividad, dependencia del exterior en recursos energéticos,
tecnología y capitales, etc.
-
La
coyuntura histórica (incertidumbre política tras la muerte de Franco y durante
la Transición), actúa como freno a la inversión extranjera.
La crisis afectó especialmente a los sectores tradicionales (siderurgia, textil y naval), que tuvieron que recurrir al apoyo estatal en un primer momento. En definitiva, las consecuencias de la crisis fueron el cierre de empresas, descenso de la producción, aumento el endeudamiento, paro y disminución de la aportación industrial al PIB.
B. Las políticas del reestructuración:
Desde 1975 políticas de reestructuración industrial que se retrasaron por las circunstancias políticas (Transición democrática) y tuvo dos vertientes:
· La reconversión industrial: actuación intensiva y a corto plazo para asegurar la viabilidad de las industrias adaptándolas a un mercado más competitivo. Las actuaciones se encaminaron a ajustar la oferta a la demanda:
- Regulación de las plantillas de trabajo.
- Saneamiento financiero de las empresas.
- Especialización en productos más demandados.
- Aplicación de nuevos sistemas de gestión.
Afectó principalmente a las grandes empresas de los sectores siderúrgico y petroquímico, quedando excluidas la mayor parte de las pequeñas y medianas empresas (generalmente de otros sectores económicos). No obstante, los resultados no fueron los esperados, sobre todo porque propició la reducción de empleo.
· La reindustrialización: para dar un nuevo impulso al sector se optó por emprender acciones como:
- Fomento de la modernización tecnológica.
- Creación de nuevas actividades de futuro en las Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR) en áreas de Galicia, Asturias, la zona del Nervión, Barcelona, Madrid y Cádiz. Las empresas que se trasladasen a estas zonas recibirían incentivos fiscales y financieros.
Como resultado creció la inversión y se diversificó la industria en zonas anteriormente
muy especializadas. Sin embargo, Madrid y Barcelona se llevaron la mayoría de los
proyectos debido al escaso atractivo de las restantes zonas para los inversores
industriales.
muy especializadas. Sin embargo, Madrid y Barcelona se llevaron la mayoría de los
proyectos debido al escaso atractivo de las restantes zonas para los inversores
industriales.
2.1
LA INDUSTRIA ESPAÑOLA EN LA ACTUALIDAD
A. Evolución del sector: Final del siglo XX / Principios
del siglo XXI
Ø La recuperación con la Tercera Revolución Industrial.
Desde mediados de los años 80, el sector industrial español sufre un
proceso de transformación basada en el impulso de la innovación tecnológica y
la aplicación de los nuevos conocimientos a la mejora de los procesos
productivos. Son los cambios de la denominada la “Tercera Revolución industrial”:
·
Cambios en la producción industrial: Se impulsa el crecimiento de los
sectores altamente tecnificados, tales como la informática, las
telecomunicaciones, la robótica, la ofimática, el diseño asistido por
computadora (CAD), los instrumentos de precisión… Son sectores que tienen
impacto sobre otros complementarios al demandar nuevos materiales (polímeros,
aleaciones) y nuevas herramientas productivas (láser, microchips).
Muchas de estas
aplicaciones tecnológicas también llegan a los sectores tradicionales que se
benefician y rejuvenecen.
·
Cambios en la estructura industrial: Las
nuevas tecnologías favorecen la descentralización y la flexibilización de la
producción. La descentralización supone repartir las tareas del proceso
productivo en distintos establecimientos, localizados en emplazamientos
favorables, con cual la estructura tradicional de la empresa se desintegra.
Esta descentralización puede darse de diversas maneras: empresas multiplanta, subcontratación
y formación de redes empresariales.
Respecto a la flexibilización productiva,
consiste en fabricar pequeñas series de productos diversos a precios rentables,
gracias al uso de maquinaria automatizada y fácilmente reprogramable,
permitiendo a la empresa adaptarse
rápidamente a los cambios exigidos por una demanda cada vez más diversificada.
Los cambios que permiten la flexibilización son: reducción del tamaño medio de las empresas y proliferación de
PYMES; aumento de la proporción de técnicos
cualificados frente a trabajadores manuales, que son sustituidos
progresivamente por maquinaria automática; y la terciarización de la industria, puesto que la informatización y
automatización de la producción implican el aumento de otra serie de
actividades, desarrolladas por “trabajadores de cuello blanco”, tales como:
I+D, diseño, gestión, marketing, control de calidad, servicio postventa, etc.
·
Cambios en la localización industrial: Las
nuevas tecnologías también influyen en
los factores de localización industrial: permiten la difusión de las
empresas que buscan reducir sus costes a los lugares que ofrecen mayores
ventajas y estimulan la concentración de las industrias de alta tecnología en torno a las áreas centrales, dotadas
de mejores equipamientos y servicios.
Ø La adhesión a la UE y la apertura internacional.
En 1986 se produce la adhesión
de España a la UE, lo que supuso la integración del sector industrial en el
mercado comunitario. Además,la industria española queda afectada por la integración de la economía en el contexto de la globalización. Debido a ello, las nuevas políticas aplicadas consistieron en:
- Eliminación de los aranceles interiores para atraer inversión extranjera.
- Búsqueda de menores costes laborales para aumentar la competitividad.
- Reducción de la intervención estatal: desaparición del INI en 1995 y sustitución por la SEPI (Sociedad Estatal de Participación Industrial), que dio comienzo a una etapa de progresiva privatización de empresas públicas (Repsol y Gas Natural en 1996, Endesa y Telefónica en 1997...).
Ø
El impacto de la
crisis.
La crisis de 2008 de manera muy palpable al sector industrial español,
en especial al relacionado con la construcción. Desde finales del siglo XX el
mercado inmobiliario se vio beneficiado por la postura favorable del sector
bancario, a través de la concesión de créditos, y por los procesos de
recalificación urbanística, que llevaron a cabo numerosas administraciones
públicas. La construcción se había convertido en un negocio muy lucrativo y en el
nuevo motor del sector secundario, dando lugar a una especulación creciente y
ejerciendo un importante poder de atracción para inversores extranjeros.
Sin embargo, con el
estallido de la crisis financiera en EEUU en 2007 y el posterior impacto en el
mercado europeo, la burbuja inmobiliaria estalló en España, dejando al sector
de la construcción totalmente arrasado y al sector industrial en su conjunto, gravemente
dañado.
Cuadro1: Estructura del PIB por sectores económicos en España (en %).
Año | Agricultura y pesca | Industria y energía | Construcción | Servicios |
1970 | 11,0 | 34,0 | 8,8 | 46,3 |
1980 | 7,0 | 28,6 | 7,9 | 56,5 |
1990 | 5,5 | 25,1 | 8,8 | 60,6 |
2000 | 4,4 | 20,9 | 8,3 | 66,4 |
2005 | 3,1 | 18,4 | 11,6 | 66,8 |
2009 | 2,5 | 15,1 | 10,7 | 71,7 |
2010* | 2,7 | 15,6 | 10,1 | 71,6 |
2010** | 2,6 | 16,1 | 11,9 | 69,3 |
2011 | 2,7 | 16,9 | 11,5 | 69,0 |
2012 | 2,5 | 17,4 | 8,6 | 71,5 |
2013 | 2,6 | 17,5 | 7,8 | 72,1 |
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Contabilidad Nacional del INE.
-
B. Producción y estructura industrial
En España siguen teniendo
un peso destacado los sectores maduros en proceso de reconversión, los sectores
dinámicos tienen una fuerte presencia de capital extranjero, y los sectores
punta relacionados con la alta tecnología se han implantado con retraso.
§
Sectores industriales maduros:
Se
han visto afectados por la reducción de la demanda, el descenso de la
competitividad y las exigencias de la política comunitaria (reducción de la
producción y subvenciones para mejoras estructurales). Básicamente son los
siguientes sectores:
-
Siderurgia y metalurgia: La reconversión ha obligado al cierre a
muchas empresas dedicadas a la producción de acero (Altos Hornos del
Mediterráneo y Altos Hornos de Vizcaya) o a su integración con empresas
extranjeras. Por su parte, las industrias de la metalurgia se han centrado en
la fabricación de maquinaria, y se localizan en el triángulo Barcelona, Madrid
y País Vasco.
-
La
fabricación de electrodomésticos:
Está en un proceso de reorganización de la producción, de la empresa y del
mercado, lo cual ha supuesto el cierre de empresas.
-
La construcción naval: En Galicia,
Cantabria, País Vasco y Andalucía. Viene reduciendo gradualmente su capacidad y
especializándose en otras actividades como la reparación.
-
La industria textil del cuero y del calzado:
se centra en Cataluña y la Comunidad Valenciana. Se distinguen: la rama de
fibras químicas, con un fuerte componente tecnológico y con empresas con
importante participación de capital extranjero; y la rama de la confección,
dada al minifundismo empresarial, con abundante empleo de mano de obra, y
enfrentada a la dura competencia de los NPI en un contexto globalizado.
§
Sectores industriales dinámicos:
Caracterizados por su alta productividad
y especialización, por poseer estructuras empresariales flexibles y saneadas, y
por tener la demanda asegurada. Los subsectores más destacados son:
- El
sector del automóvil: sufrió la reconversión debido a que el sector estaba sobredimensionado y
tecnológicamente desfasado. Se dieron ayudas a las multinacionales para la
reconversión.
- El sector químico: presenta deficiencias
graves: fuerte volumen de capital extranjero, falta de competitividad respecto
a los países comunitarios por el predominio de pequeñas unidades de producción
y escasa capacidad investigadora. Comprende dos subsectores: petroquímico (en
Puertollano, Cartagena, Algeciras y Huelva) y química de base (en País Vasco,
Cataluña litoral y Madrid).
- El sector agroalimentario: industrias
pequeñas y dispersas. Gran peso de las multinacionales. Su objetivo es aumentar
las ventas en el mercado interior y fomentar las exportaciones.
- La construcción: es uno de los sectores
más sensibles a las fluctuaciones. Se reactivó desde mediados de los años 90
con el apoyo del sector bancario (facilidades de crédito) y las políticas
neoliberales de recalificación de suelos urbanos.
§
Los sectores de industria punta:
Son los sectores de investigación y alta
tecnología, como: microtecnología, informática, automatización,
instrumentos de precisión, biotecnología, etc. Se han implantado con retraso
debido a una serie de dificultades:
-
Dependencia del exterior en investigación y tecnología.
-
Predominio
de empresas medianas o pequeñas: la
competitividad es escasa.
- Escasa adaptación de la mano de obra y del sistema
educativo a las demandas empresariales.
Estos
sectores de la alta tecnología tienden a concentrase en determinados espacios
conocidos como “parques tecnológicos o
científicos”. Son espacios donde se reúnen centros de investigación y
empresas de los sectores más innovadores, se ubican en parcelas reducidas dado
el tamaño mediano o pequeño de las industrias instaladas, con una baja densidad
edificatoria pero elevada calidad ambiental con espacios verdes y un entorno
paisajístico grato. Suelen existir edificios destinados a servir como
“incubadoras de empresas”, que albergan a empresas durante los primeros años de
su desarrollo para observar su viabilidad.
Este
sector suele situarse en el entorno de
metrópolis y ciudades medias, y actúan como motor de desarrollo local y
como polo de atracción de otras empresas. Ya que demandan una buena dotación de
infraestructuras y servicios especializados termina situándose en las grandes
ciudades y en torno a los ejes industriales más dinámicos: Madrid, Cataluña,
País Vasco, Comunidad Valenciana y Andalucía.
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§
Problemas
estructurales de la industria en la actualidad:
- La dimensión de las empresas
es inadecuada, puesto que la mayoría son
pymes y en concreto microempresas (menos de 10 trabajadores). Tienen la
ventaja de reaccionar con mayor agilidad y flexibilidad ante los cambios que
caracterizan a la industria actual y de presentar menor conflictividad laboral.
La
investigación es escasa, ya que la inversión en I+D+i es muy reducida (en
2013 fueron 13000 millones de euros, es decir, el 1,25 % de PIB nacional). El
53% de dicha inversión es realizada por las propias empresas, seguido de las
instituciones de enseñanza superior con un 28% y la Administración Pública con
un 19%.
- La industria española sigue atrasada tecnológicamente y dependiendo del exterior. En gran parte es debido a la escasa inversión en I+D+i (por debajo de la media comunitaria del 2% del PIB y muy inferior al 3% de países como Suecia, Finlandia, Dinamarca o Alemania).
C. La localización industrial en la actualidad.
- Los factores actuales de localización industrial son:
ü Disminuye la importancia de la proximidad a los recursos naturales.
ü Ampliación de las áreas de venta.
ü Mejora de los transportes y comunicaciones.
ü La mano de obra sigue siendo un factor importante.
ü Actualmente el factor principal es el acceso a la innovación y a la información.
§ Las tendencias actuales de localización presentan una doble
vertiente:
-
Por
un lado, nos encontramos ante la difusión y concentración de la industria enespacios
periféricos, debido a los problemas que presentan las grandes concentraciones
industriales: saturación, encarecimiento del suelo, aumento de la
conflictividad laboral y deterioro medioambiental.Además, se fundamenta en
separación de las funciones de dirección y de producción, la búsqueda de menores
costes productivos y conflictividad laboral, y el desarrollo de un modelo de
industrialización endógena que basada en las ventajas competitivas que ofrece
cada zona. Afecta principalmente a los sectores maduros en crisis.
-
Por
otro lado, se mantiene el fuerte atractivo de los espacios centrales. La
demanda de servicios e infraestructuras y de un mercado de mayor, fomenta que
los sectores de tecnología punta se localicen en torno a las grandes áreas
metropolitanas. Esta concentración se observa también a nivel mundial, nacional
e interregional.
- Las
áreas industriales y los desequilibrios territoriales de la industria
española.
La
localización industrial española presenta fuertes desequilibrios territoriales
entre áreas industrializadas con distintas tendencias (desarrolladas, en
expansión y en declive) y áreas de industrialización escasa.
Ø Áreas
industriales desarrolladas:
espacios centrales de las grandes áreas
metropolitanas (Madrid y Barcelona), cuya evolución reciente está marcada por
tendencias contradictorias: por un lado, el hundimiento o reconversión de los
sectores maduros, y por otro, la revitalización industrial, que desde mitad de
los años 80 atrae a las empresas más innovadoras y a las sedes sociales de
empresas de otros sectores. Todo esto favoreció la terciarización de la
industria y la aparición de los parques industriales o empresariales.
Ø Áreas
y ejes industriales en expansión:
resultado de las tendencias difusoras de la industria y de la industrialización
endógena. Podemos distinguir entre:
-
Las
coronas metropolitanas: mientras que los sectores tradicionales en reconversión
se localizan en polígonos industriales, las empresas innovadoras se instalan en
parques tecnológicos.
-
Las
franjas periurbanas: en la zona de transición entra la ciudad y el mundo rural,
se instalan pequeñas empresas, de capitalización escasa y dedicadas a
producciones intensivas de trabajo no altamente cualificado (madera, mueble,
metalurgia…). Se suelen emplazar en polígonos de naves adosadas, a veces con
graves deficiencias en infraestructuras y en equipamientos.
-
Los
ejes de desarrollo industrial: a lo largo de las principales vías de
comunicación peninsular: el eje del valle del Ebro (Navarra-Tarragona) y el eje
del Mediterráneo (Girona-Cartagena). Además, a nivel regional y comarcal se han
desarrollado otros ejes como la red Madrid-Toledo-Ciudad Real.
Ø Áreas
y ejes industriales en declive:
son zonas especializadas en los sectores maduros en crisis, cuya situación se
ha deteriorado desde la apertura de los mercados comunitarios debido a su poca
competitividad. Estas áreas presentan un marcado declive demográfico, por el
aumento del desempleo, y un deterioro medioambiental prolongado. Se localizan
en Asturias, Cantabria y País Vasco.
Ø Áreas
de industrialización inducida y escasa:
son áreas que han sido promocionadas industrialmente y en las que predominan
otras actividades económicas no industriales.Las primeras podemos localizarlas
en Aragón, Castilla y León y Andalucía; mientras que las zonas menos
industrializadas se encuentran en Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares y
Canarias.
Sectores industriales en la actualidad |
B. Política industrial actual:
Desde
finales de los años 80, como consecuencia de la tercera revolución industrial y
de la apertura del sector a los mercados internacionales (adhesión a la UE y
globalización económica), comienzan una serie de cambios en las políticas
industriales de España. Las nuevas directrices se centran en:
-
Reducción de la intervención
estatal, como
demuestra la desaparición del INI y creación del
SEPI
(Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) en 1995.
- Se
pone en marcha el Programa de Modernización del Sector Público Empresarial para
mejorar la competitividad del sector
industrial español y para ello:
ü Privatización
de las empresas estatales.
ü Aceleración
de la reconversión industrial.
ü Fomento
de la alta tecnología aumentando el gasto público en I+D+i (aunque en los últimos
años se ha visto reducida la inversión).
ü Medidas
para corregir los desequilibrios regionales: Ley de Incentivos Regionales y las
agencias de desarrollo regional.
ü Fomento
y apoyo a las pymes para fortalecer el tejido industrial español.
-
Creciente
apertura hacia el exterior, con la
supresión de los aranceles en el ámbito comunitario y fomentando los acuerdos
comerciales en los mercados extracomunitarios.
- Fomento
de la industrialización endógena,
basada en la potenciación de las ventajas competitivas de las distintas
localizaciones industriales.
- Creciente
preocupación por las cuestiones
medioambientales, dado la sobreexplotación y agotamiento de recursos
naturales. Además, el aumento de los niveles de contaminación (emisión de gases
a la atmósfera, generación de RSU, efecto invernadero, contaminación de las
aguas, emisión de ruidos, etc.) y la degradación del paisaje se convierten en
cuestiones de importancia para las administraciones públicas.
En los siguientes enlaces se puede ver el funcionamiento de los distintos tipos de plantas energéticas en España:
UNESA
ENDESA
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