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Tema 2º Las revoluciones liberales



INTRODUCCIÓN

La difusión de las ideas ilustradas y el crecimiento económico experimentado en el siglo XVIII provocaron la desintegración del Antiguo Régimen a través de una serie de revoluciones protagonizadas por la burguesía, que reivindicaba el poder político y la primacía social monopolizado durante siglos por las élites privilegiadas. Este proceso revolucionario, que implica una serie de cambios rápidos y drásticos, se desarrolló en dos fases: primera, la independencia de los Estados Unidos, y segunda, la Revolución Francesa. Ambos sucesos influyeron en el triunfo del Liberalismo en otros países del continente europeo y consiguieron impulsar la independencia de las colonias de Latinoamérica a lo largo del siglo XIX, marcando el comienzo de la Edad Contemporánea.


  1. LA REVOLUCIÓN NORTEAMERICANA


La revolución protagonizada por la burguesía norteamericana provocó el nacimiento de un nuevo país, Estados Unidos, tras lograr independizarse las Trece colonias que Gran Bretaña tenía en América. El proceso fue violento, ya que estalló una guerra entre británicos y norteamericanos (1775-1783), motivada por diversas causas:
  • Ideológicas: la influencia de las ideas ilustradas y liberales (igualdad, libertad, individualismo, tolerancia) en la mentalidad de los colonos norteamericanos .
  • Políticas: la negativa del rey Jorge III a conceder a las colonias representación en el Parlamento de Gran Bretaña, ya que los colonos no veían sus intereses representados en el gobierno británico.
  • Socio-económicas: existencia de una próspera burguesía agrícola y comercial que pedía una mayor libertad económica, puesto que el gobierno británico controlaba la producción y monopolizaba el comercio. 
 
Las Trece colonias

Los primeros pasos de la revolución norteamericana se dieron con el Motín del té de Boston en 1773. La subida de las tasas e impuestos aplicada por el gobierno británico sobre los productos importados por las colonias (té, azúcar, plomo…) para sufragar los costes derivados de la Guerra de los Siete Años (1756-63), había generalizado el descontento entre la población de las Trece colonias. En 1773 el mantenimiento de la tasa sobre el té y el monopolio ejercido sobre su venta por la Compañía de las Indias Orientales, provocó que un grupo de colonos se amotinara en Boston y arrojaran al mar toda la carga de té que había llegado al puerto de la ciudad. Esta acción fue duramente reprimida por el ejército británico, consolidando la postura de los norteamericanos para rebelarse frente al dominio colonial ejercido por Gran Bretaña.

Motín del té (1773)






En 1775 un nuevo enfrentamiento entre una milicia armada de colonos y el ejército británico en Lexington provocó la reunión de un Congreso de colonos norteamericanos en Filadelfia. En él se acordó actuar como un gobierno nacional y organizar un ejército comandado por George Washington. A pesar de las derrotas iniciales, los colonos norteamericanos aprobaron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América el 4 julio de 1776, redactada en su mayor parte por Thomas Jefferson. En ella se reconocían el derecho a la libertad y la igualdad de las personas, a la búsqueda de la felicidad y la obligación de los gobernantes de respetar y defender esos derechos inalienables del pueblo.
 
Declaración de Independencia de los EEUU (1776)

Los "Padres fundadores" de los EEUU firmando la Declaración de Independencia

La primera victoria estadounidenses se logró en la batalla de Saratoga en 1777, propiciando que Francia y España se posicionaran del lado norteamericano y que la guerra se internacionalizase. Tras varios años de conflicto, el ejército británico fue derrotado en la batalla de Yorktown de 1781, lo que provocó la firma de un Tratado de paz en Versalles (1783). Gran Bretaña reconocía la independencia de las trece colonias y el nacimiento de los Estados Unidos de América, siendo George Washington elegido como su primer Presidente.

George Washington


Rendición británica en Yorktown (1783)


En 1787 se aprobó la Constitución de losEstados Unidos, que recogía los siguientes principios: 
  • Gobierno en forma de República federal.
  • Separación de poderes: Ejecutivo en el Presidente, Legislativo en el Congreso y Judicial en el Tribunal Supremo.
  • Soberanía nacional, con elecciónes por sufragio censitario masculino.
  • Una amplia concesión de derechos y libertades a sus ciudadanos: de religión, de prensa, de asociación y reunión, igualdad jurídica, defensa de la propiedad privada. 
Fue la primera constitución escrita de la historia y simbolizó el triunfo de las ideas ilustradas y liberales frente al sistema del Antiguo Régimen, además de servir de ejemplo para la burguesía liberal europea.

Bandera de EEUU en 1777

Constitución de los EEUU (1787)




     2.  LA REVOLUCIÓN FRANCESA (1789-1804)

En 1789 se inició en Francia un movimiento político y social que terminó con la monarquía absoluta y la sociedad estamental del Antiguo Régimen de forma rápida y violenta. Fue la primera revolución burguesa en Europa y sirvió como referente a posteriores revoluciones liberales.

"La Libertad guiando al Pueblo" de E.Delacroix

Las causas de la Revolución Francesa fueron varias:

  • Influencia de la Ilustración: ya que la burguesía e intelectuales franceses ansiaban poner en práctica las ideas ilustradas (igualdad social, libertad individual, soberanía nacional, división de poderes, etc.)
  • Crisis económica: provocada por el endeudamiento del Estado, debido a los elevados gastos de la Corte y por la participación en los conflictos internacionales (como la Guerra de independencia de los EEUU). Además, los sucesivos años de malas cosechas provocaron que desde 1770 el precio de los cereales aumentase de manera constante.
  • Crisis social: generada por el distinto impacto que tuvo la crisis económica sobre la población. Así, mientras los estamentos privilegiados (nobleza y clero) conservaban sus fuentes de ingresos (rentas agrícolas) y no pagaban impuestos, la gran mayoría de la población, los no-privilegiados, debía costear la crisis del Estado con sus cargas fiscales. Los campesinos y las clases populares más empobrecidas afrontaban también la difícil situación derivada de la subida del precio de los alimentos (se generaliza el hambre).
  • Crisis política: surgida cuando los ministros de Luis XVI propusieron a los privilegiados que contribuyeran a sufragar los gastos del Estado francés mediante el pago de impuestos. Los aristócratas se opusieron y exigieron al rey la convocatoria de los Estados Generales, institución que reunía a la nobleza, el clero y el Tercer Estado, para aprobar los nuevos impuestos.

Convocatoria de los Estados Generales

El estallido de la Revolución Francesa:

Aunque Luis XVI se opuso inicialmente, terminó cediendo y convocando los Estados Generales en mayo de 1789 para aprobar nuevos impuestos. Una vez reunidos, el Tercer Estado (representante del pueblo llano) exigió cambiar el método de voto tradicional (cada estamento, un voto) y que, siguiendo la teoría de la soberanía nacional, cada representante tuviese derecho a votar libremente (cada persona, un voto). El estamento de la Nobleza estaba compuesto por 270 diputados, el Clero por 291 y el Tercer Estado por 578 miembros.


El monarca, la aristocracia y parte del clero se opusieron a esta modificación, por lo que los diputados del Tercer Estado, junto a un centenar más de diputados de otros estamentos (la mayoría miembros del bajo clero), abandonaron Versalles en señal de protesta y se reunieron en un pabellón parisino destinado al Juego de Pelota. Allí, el 20 de junio se erigieron en Asamblea Nacional, legítimos representantes de la nación, comprometidos en otorgar una constitución a Francia.

Juramento del salón de Juego de la Pelota

El rey se ve obligado a reconocer la nueva Asamblea Constituyente y, por lo tanto, su disposición a ceder su poder absoluto frente a la Constitución que se aprobase en ella. Sin embargo, ante el temor provocado por el envío de tropas reales para detener a los diputados y el cese del Ministro de Finanzas Jacques Necker (muy bien valorado por el Tercer Estado) estalló una revuelta popular en París que tomó la Bastilla (prisión política) el 14 de julio de 1789. La revolución se extendió por otras ciudades y zonas rurales del país, donde se convirtió en una violenta revuelta antiseñorial (Gran Miedo) con la quema de residencias nobiliarias y el abandono de las cargas feudales.


El rumbo radical que tomaron los acontecimientos motivó que la Asamblea Constituyente decretase la abolición de los privilegios señoriales y del diezmo eclesiástico, y la promulgación de una Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, que reconocía una serie de derechos y libertades inalienables y la igualdad de los ciudadanos frente a la ley y ante el pago de impuestos.
A pesar de su participación activa en los actos revolucionarios, las mujeres no consiguieron ser reconocidas con los mismos derechos y siguieron relegadas al ámbito doméstico.



Las fases de la Revolución Francesa:

Tras iniciarse el proceso de transformación liberal con las medidas aprobadas por la Asamblea Nacional Constituyente, la Revolución se enfrentó con la oposición de la monarquía y los privilegiados en sus distintas propuestas para organizar el nuevo estado francés.


1ª) Monarquía Constitucional (1789-1792):

   La primera preocupación de la Asamblea Nacional fue solventar los problemas económicos del Estado. Para ello confiscó los bienes de la Iglesia en 1790; además, aprobó la constitución civil del clero, con lo cual sus miembros pasaban a ser asalariados del Estado y elegidos por votación. 
La aristocracia y el alto clero se convirtieron en contrarrevolucionarios y muchos de ellos optaron por emigrar a otros países europeos. El propio rey Luis XVI intentó huir y pedir ayuda al Imperio austriaco (fuga de Varennes), pero fue reconocido y arrestado, ganándose así el rechazo de la mayoría del pueblo francés.

En 1791 se promulgó la Constitución francesa, que establecía un gobierno en forma de Monarquía constitucional (el rey limitado por la constitución), se otorgaba el derecho al voto por sufragio censitario masculino (solamente a la población con un determinado nivel de riqueza) y se reconocía la separación de poderes (Ejecutivo para el Rey, Legislativo para la Asamblea Nacional y Judicial para los tribunales). Además, se crea la Guardia Nacional, un ejército encargado de defender los logros revolucionarios.



Seguidamente se convocaron elecciones para escoger a los nuevos miembros de la nueva Asamblea Legislativa. En el proceso electoral concurrieron diversos grupos o clubes políticos entre los que destacaron dos:
  • Girondinos: miembros de la alta burguesía y tenían ideología moderada: defendían la monarquía moderada y el sufragio restringido. Estaban liderados por Jacques-Pierre Brissot y fueron el grupo mayoritario en la Asamblea.
  • Jacobinos: representantes de la mediana y baja burguesía, con una ideología más radical: defendían la república y el sufragio universal masculino. Estuvieron liderados por Maximilien Robespierre.
Brissot

Robespierre

Las amenazas contrarrevolucionarias desde Austria y Prusia llevan a Francia a la guerra en 1792. El ejército conjunto austriaco-prusiano logra avanza hasta llegar a los alrededores de París para restaurar a Luis XVI en el trono. Los miembros más radicales de la masa popular, los sans-culottes, se hacen con el poder y el 10 de agosto asaltan el Palacio real en las Tullerías. El rey es encarcelado por su actitud anti-revolucionaria, y de ese modo, quedó abolida la monarquía y proclamada la Iª República francesa (septiembre de 1792).

Asalto al Palacio de las Tullerías

Sans culottes

 

2ª) República democrática (1792-1794):

Los girondinos se hicieron con el poder de la República y convocaron elecciones por sufragio universal masculino para constituir una nueva asamblea, la Conveción Nacional. Seguidamente se celebró el juicio de Luis XVI y su consorte María Antonieta, siendo condenados por traición y ejecutados en la guillotina.
La ejecución del rey francés provocó la alianza de las monarquías europeas en una coalición antirevolucionaria (Gran Bretaña, Austria, Prusia y España). La amenaza exterior para invadir Francia y el estallido de revueltas contrarrevolucionarias (La Vendée) en el interior del país, hacía peligrar la República.

Ejecución de Luis XVI
En esa situación, los jacobinos se hicieron con la Convención en junio de 1793, detiendo a los principales líderes girondinos. Promulgaron una nueva Constitución (1793) más democrática y social (soberanía popular, con sufragio universal directo y derecho a la igualdad) y crearon un Comité de Salvación Pública, con el poder ejecutivo y controlado por Robespierre. Sus medidas más relevantes fueron:
- Creación de un ejército popular (leva en masa) revolucionario para afrontar la amenaza exterior.
- Comienzo de una "política del Terror". Se aprueba una Ley de sospechosos que suprime las libertades ciudadanas y crea unos tribunales especiales juzgar a los presuntos contrarrevolucionarios.
- Ley de máximum para fijar precios y salarios máximos a fin de evitar la especulación y los problemas de abastecimiento.
- Distribución de los bienes arrebatados a los contrarrevolucionarios entre los indigentes.
- Venta de las tierras del clero en pequeños lotes y cierre de iglesias.
- Establecimiento del culto a la razón y de una instrucción obligatoria para los ciudadanos.



En verano de 1794, aunque el peligro hacia la República había remitido (revueltas sofocadas y victorias francesas ante la coalición europea), la radicalización del gobierno jacobino provocó la oposición de la mayor parte de la población. Así, mediante el "golpe de Estado de Termidor", Robespierre y el resto de líderes jacobinos fueron derrocados y ejecutados.

Golpe de Termidor (1794)

3ª) República burguesa (1794-1799):

La burguesía conservadora volvió a hacerse con el control de la Revolución. Se elaboró una nueva Constitución (1795) que otorgaba el poder ejecutivo a un gobierno colegiado de 5 miembros (el Directorio), se restablecía el sufragio censitario y se creaban dos cámaras (Consejo de los Quinientos y Consejo de los Ancianos) para el poder legislativo. Por ideología, los nuevos dirigentes de la República estaban entre el absolutismo y la democracia social de los jacobinos, por lo que tuvo que enfrentarse tanto a la oposición de la aristocracia como de las clases populares.
La continuación de la guerra exterior y la amenaza del regreso al poder de los jacobinos aumentó el protagonismo del ejército, única institución capaz de imponer el orden y asegurar la defensa nacional.
En este contexto, un joven general, Napoleón Bonaparte, contó con el respaldo de la burguesía para dar un golpe de Estado y hacerse con el poder en 1799. De este modo se sustituía el Directorio por un Consulado de tres miembros, entre los que destacaba Napoleón (cónsul vitalicio desde 1802).

Consulado reemplazando al Directorio
Napoleón Bonaparte como primer cónsul

3. EL IMPERIO NAPOLEÓNICO

 Durante los años de gobierno del Consulado, Napoleón Bonaparte logró consolidar los logros de la revolución burguesa, evitando el retorno al absolutismo y alejando del poder a los revolucionarios más radicales. Entre sus reformas más significativas destacaron: la creación de un nuevo Código Civil que compiló todas las leyes francesas, modernizó la economía creando el Banco de Francia y un nuevo Código de comercio, firmó un Concordato con la Iglesia para restablecer la paz religiosa, creó la figura de los "prefectos" para gobernar en las provincias siguiendo las directrices de París, etc. 
Su prestigio dentro de la Francia revolucionaria y el apoyo incondicional del ejército tras sus éxitos militares frente a la coalición de potencias absolutistas (Austria, Prusia y Rusia), le permitieron autoproclamarse emperador en 1804.
"Napoleón I emperador", por F. Gerard
Napoleón logró grandes conquistas territoriales (de Alemania a España) e impuso un férreo bloqueo continental a Gran Bretaña. Su gran deseo era crear una Europa unida, constituida por un conjunto de reinos dependientes de Francia y en donde se implantaran los principios revolucionarios para acabar con las monarquías absolutas. Así, en los países anexionados o bajo su control, Napoleón colocaba a familiares o generales de su ejército que aplicaban las medidas y reformas revolucionarias: supresión de los derechos señoriales, proclamación de la libertad y la igualdad legal, de la libertad religiosa, etc.

Sin embargo, los ejércitos napoleónicos actuaban como conquistadores e imponían los intereses de Francia por encima de los ideales revolucionarios, desencadenando en muchos territorios ocupados fuertes sentimientos nacionales contra la Francia invasora (como en España desde 1808).

Napoleón sometiendo a los españoles
A partir de 1812, empezaron a sucederse las derrotas para el ejército napoleónico. Al rotundo fracaso del intento de invasión de Rusia, le siguieron las derrotas en España (Arapiles, Vitoria y San Marcial) y Alemania (Leipzig). Napoleón abandonó el poder y se exilió brevemente a la isla de Elba. Meses después volvió a Francia pero fue derrotado definitivamente en la batalla de Waterloo (1815). Tras la cual, fue desterrado a la isla de Santa Elena, donde murió en 1821. De este modo, en Francia y en toda Europa se restauró el Antiguo Régimen, aunque durante un breve periodo de tiempo.

Napoleón desterrado en Santa Elena
Muerte de Napoleón (1521)

4. LAS CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA

La principal consecuencia de la Revolución Francesa fue la desaparición del Antiguo Régimen en Europa durante los años posteriores. Supuso una serie de cambios:
  • Políticos:  la república en Francia y las monarquías constitucionales en otros estados, sustituyen al absolutismo como nueva forma de gobierno. Se implantaron constituciones según los ideales políticos de la Ilustración, se organizaron partidos políticos para concurrir a los procesos electorales, mayor igualdad de derechos entre los ciudadanos, etc. La difusión de las ideas revolucionarias llegó hasta las colonias españolas en América.

  • Económicos: se acabó con los privilegios fiscales, obligando a todos los ciudadanos a contribuir con sus impuestos a los gastos del Estado. También se generalizó la libertad de comercio y la defensa de la propiedad privada.

  • Sociales: eliminación de la sociedad estamental al asegurarse la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Sin embargo, surge una nueva élite social, la burguesía, que gracias al sufragio censitario, logró hacerse con el poder político.

5. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN EN ESPAÑA

A) EL REINADO DE CARLOS IV
 Carlos IV subió al trono en 1788, un año antes del estallido revolucionario en Francia, por lo que este acontecimiento condicionó todo su reinado.

Carlos IV

La familia de Carlos IV
En un primer momento, Carlos IV se mostró contrario a la Revolución Francesa, tanto por temor a la expansión del proceso revolucionario como por los lazos dinásticos que lo unían con Luis XVI, también Borbón como él. Cuando en 1793 el rey francés fue ejecutado, España se unió a la coalición antifrancesa, pero tras ser derrotado se firmó el Tratado de Basilea (1795) y se abandonó la coalición. Desde entonces, el hombre más fuerte del gobierno de Carlos IV, su "Ministro universal", Manuel Godoy se acercó a la Francia revolucionaria, atraídos por una alianza frente a Gran Bretaña (histórico enemigo común). 

Manuel Godoy
De esta forma, se firmaron los Tratados de San Ildefonso en 1796 y 1799, por los que España se comprometía a ayudar a Francia frente a Gran Bretaña, en el bloqueo continental e incluso en una futura invasión de las Islas Británicas. Pero la flota franco-española fue atacada por la armada británica (comandada por el almirante Nelson) mientras estaba agrupada en las costas de Cádiz. La batalla de Trafalgar (1805) supuso una derrota aplastante para los intereses napoleónicos y el final del poderío marítimo español.

En 1807 se firmó el Tratado de Fontainebleau por el que Godoy permitía a las tropas francesas atravesar España con el pretexto de atacar a Portugal, aliado político de Gran Bretaña. Sin embargo, el ejército francés aprovechó la circunstancia para ocupar parte de España. Ante el descontento generalizado y temiendo por la seguridad de la familia real, Godoy intentó trasladarlos fuera de Madrid, lo que generó una sublevación popular, conocida como el Motín de Aranjuez (marzo de 1808) que obligó a Carlos IV a deponer a su ministro y a abdicar el trono en su hijo Fernando.


El recién nombrado Fernando VII y su padre fueron llamados por Napoleón Bonaparte para reunirse en Bayona (Francia). Allí, el emperador francés obligó a ambos a renunciar a la corona de España en su favor, para cedérsela seguidamente a su hermano José Bonaparte.
Abdicaciones de Bayona (1808)

Aunque se le otorgó a España el Estatuto de Bayona, una especie de constitución de carácter liberal y similar a la francesa, al incluir la igualdad de los ciudadanos ante la ley y el pago de impuestos, sólo unos pocos (los llamados afrancesados) apoyaron al gobierno de José Bonaparte, mientras que gran parte del país se levantó en armas frente al dominio francés.


B) LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

Fue el conflicto que enfrentó a la población española contra las tropas invasoras francesas entre 1808 y 18013. 
Tras la marcha de Fernando VII y Carlos IV a Francia por orden de Napoleón (las abdicaciones de Bayona), el pueblo de Madrid se sublevó frente al ejército francés en el levantamiento del 2 de mayo de 1808. Aunque el mariscal Murat consiguió someter la revuelta (fusilamientos del 3 de mayo), el alzamiento popular se extendió por otras zonas de España y dio comienzo la Guerra de Independencia.

Levantamiento del 2 mayo
La lucha contra los franceses se organizó mediante juntas locales y provinciales, dirigidas por miembros elegidos por el pueblo. Todas reconocían la autoridad de la Junta Suprema Central, que se autoproclamaba legítima representante de Fernando VII en las zonas no ocupadas por los franceses.

Desarrollo de la Guerra de independencia:
  • Avance francés hasta la primera victoria de la resistencia española en la batalla de Bailén (1808), frenando el avance napoleónico hacia Andalucía.
  • Napoleón llega a España e impulsa la ocupación militar (asedios de Zaragoza y Gerona), hasta controlar casi todo el país para 1812. La resistencia española se limita a las guerrillas en zonas rurales (los bandoleros) y la Junta Central sitiada en Cádiz.
  • Entre 1812-1813, se produce la alianza militar con Gran Bretaña y Napoleón emprende su campaña en Rusia. Las tropas británicas del Duque de Wellington junto a la resistencia española derrotan a los franceses en Arapiles (Salamanca), Vitoria (Álava) y San Marcial (Irún), cuyos restos se retiraron a Francia.
  • En diciembre de 1813, se firma el Tratado de Valençay por el que se le devuelve la corona a Fernando VII. Aunque España había quedado devastada económica y demograficamente .


Guerrilleros en la Guerra de Independencia

Firma del Tratado de Valençay (1813)

C) LAS CORTES DE CÁDIZ

Ante el avance de las tropas francesas, la Junta Suprema Central había ido desplazándose progresivamente hacia el sur, primero a Sevilla y luego en 1810 se refugia en Cádiz. Allí, fue sustituida por un Consejo de Regencia que convocó unas Cortes generales.
Fueron unas Cortes unitarias, formadas por 223 diputados, elegidos de forma restringida en representación del pueblo español, incluidos los dominios coloniales, teniendo cada uno un voto. Aunque no había partidos políticos, sí se pueden diferenciar dos corrientes ideológicas:
  • Ilustrados y liberales: pretenden abolir el Antiguo Régimen e instaurar un monarquía constitucional, defienden la aplicación de algunas de las ideas políticas ilustradas (soberanía nacional, división de poderes...)
  • Absolutistas: pedían el regreso de Fernando VII y la restauración del absolutismo.

Las Cortes de Cádiz

Las medidas aprobadas en las Cortes de Cádiz permitieron la supresión del Antiguo Régimen, como: la abolición del régimen señorial, la libertad de comercio e industria, la abolición de la Inquisición y la confiscación de los bienes de los afrancesados, entre otras. Sin embargo, la gran obra de estas Cortes fue la promulgación de la primera constitución española de la historia, la Constitución de 1812. Entre sus características destacan:
  • Monarquía constitucional como forma de gobierno.
  • Soberanía nacional con sufragio universal masculino.
  • División de poderes: ejecutivo para el Rey, legislativo compartido entre Rey y Cortes, y judicial para tribunales.
  • Igualdad ante la ley, libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio, prohibición de la tortura...
  • Milicia Nacional para defender el nuevo sistema político.
  • Libertad religiosa aunque Catolicismo como religión oficial del Estado.





Sin embargo, al producirse la vuelta de Fernando VII "el Deseado" en 1814, los logros y avances introducidos en España gracias a la labor legislativa de las Cortes de Cádiz sufrió un grave retroceso, ya que el monarca español decretó la abolición de dichas medidas y se impuso una dura vuelta al absolutismo.

Fernando VII



6. ARTE: GOYA Y EL NEOCLASICISMO

A) Francisco de GOYA

 Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) es uno de los mayores referentes de la pintura española y universal, aunque su personal obra resulta difícil de encuadrar en un estilo concreto. Nacido en Fuendetodos (Zaragoza), desempeñó la mayor parte de su carrera artística como pintor de la Corte española, con Carlos IV y Fernando VII.

Goya (autorretrato)

Debido al contexto histórico en el que desarrolló su labor y a su defensa por el reformismo ilustrado frente al absolutismo, unido al padecimiento de una sordera, su obra es un fiel reflejo de los acontecimientos que vivió España durante las convulsas décadas de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX.
En la evolución de su pintura se pueden establecer tres etapas, cada una de ellas con unas características muy definidas:
  • Pintor de la Corte (1771-1808): trabajó realizando escenas costumbristas y fiestas populares para cartones para tapices (La vendimia, El quitasol), pinturas religiosas para la ermita de San Antonio de la Florida en Madrid (Los milagros de San Antonio), retratos de la nobleza y la familia real (La familia de Carlos IV, retrato de Godoy, retrato de Jovellanos), y una serie de grabados (Los caprichos). Destacan los colores suaves, la calidad de los tejidos representados y la profundidad psicológica de los retratados.

El quitasol
Retrato de los Duques de Osuna
Retrato de Godoy
Grabado de la serie "Los caprichos"
  • Pintor durante la guerra (1808-1820): denunció los horrores de la guerra y criticó los males de una sociedad propia del Antiguo Régimen, realizando tanto pinturas históricas (Levantamiento del 2 de mayo, Los fusilamientos del 3 de mayo) y tres series de grabados (Los desastres de la guerra, La tauromaquia y Los disparates). Su pintura se vuelve más expresiva y dinámica. 

Fusilamientos del 3 de mayo

Grabado de la serie "Los desastres de la guerra"

Grabado de la serie "La tauromaquia"

Grabado de la serie "Los disparates"
  •  Pintor durante la vejez (1820-1828): durante su reclusión en "La finca del sordo" y en su posterior exilio a Francia, realizó sus pinturas negras, que reflejaban su visión crítica y pesimista de la sociedad (Dos viejos comiendo sopa), junto a otras obras de escenas cotidianas (La lechera de Burdeos). Su pintura se vuelve más oscura, de pincelada suelta y con figuras menos definidas.

Dos viejos comiendo sopa

La lechera de Burdeos

B) El Neoclasicismo

Entre las décadas de 1760 y 1830 se desarrolló en Europa un nuevo estilo artístico que rechazaba los excesos del rococó y apostaba por una vuelta al arte clásico (grecorromano), en cuando a la sencillez y pureza de las formas, la idealización de las figuras y en la temática mitológica e histórica. Aunque se trató de un estilo europeo, tuvo en Francia a sus mejores representantes.
  • Arquitectura: Se vuelve al equilibrio y la proporción en la construcción de edificios, utilizando elementos constructivos clásicos (columnas, cúpulas, entablamentos...) y recuperando construcciones como los templos sobre podio, arcos de triunfo y columnas conmemorativas. En París se edificaron el Panteón de Jacques-Germain Soufflot, el Arco de Triunfo de la Estrella de Jean Chalgrin, la Columna de la Grand Armeé en la Plaza Vendome o la Iglesia de la Madeleine de Pierre-Alexandre Vignon.

Panteón de París
Arco de Triunfo de la Estrella en París

Columna conmemorativa de la Plaza Vendome
Iglesia de la Madelaiene en París
  •  Escultura: Se recupera la sencillez y elegancia de las obras de mármol blanco, representando temas mitológicos como Ganímedes y el águila de Thorvaldsen o el Amor y Psique de Antonio Canova y retratos de personajes ilustres como Rousseau de Jean-Antoine Houdon.
"Ganímedes y el águila de Júpites", de Thorvaldsen


"Amor y Psique" de Antonio Canova

"Retrato de Rousseau" por Houdon

  • Pintura: Ante la falta de referentes pictóricos clásicos, se usaron los relieves como modelos, de ahí la rigidez de las figuras, el predominio del dibujo y el uso de tonos grises. Entre las obras destacan los temas históricos o mitológicos y los retratos de personalidades, sobre todo los de Napoleón por autores como Jacques-Louis David o François Gerard.

"La muerte de Sócrates" por Jacques-Louis David

"Napoléon cruzando los Alpes" por Jacques-Louis David

En España el estilo neoclásico fue introducido durante el reinado de Carlos III como parte del programa de embellecimiento y modernización de la capital del reino. De este modo, en arquitectura destacaron Juan de Villanueva, autor del Gabinete de Historia Natural (hoy Museo del Prado), y Francesco Sabatini, que concluyó las obras del Palacio Real de Madrid y proyectó otros edificios como la Real Casa de la Aduana o la Puerta de Alcalá. En escultura destacan las fuentes monumentales de Cibeles, de Neptuno y de Apolo diseñadas por Ventura Rodríguez para el Paseo del Prado, aunque elaboradas por distintos escultores . Y en pintura habría que destacar las pinturas religiosas y los retratos realizado por Vicente López Portaña.
Museo del Prado
Puerta de Alcalá
Fuentes monumentales del Paseo del Prado

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